Si pensabais que el blog se iba a limitar a poneros los dientes largos con tapas y bares exóticos que a lo mejor os pillan demasiado lejos (o no podéis salir de casa por alguna antigua maldición o, como lo llaman ahora, alergia) aquí me estreno con una receta fácil, barata y rápida de hacer para esos momentos de falta de azúcar o para algún compromiso que haya surgido de última hora.
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